Reducir el precio del alquiler. Este es uno de los objetivos de todos los gobiernos y que pocos consiguen con éxito. Por ello, hablaremos de Australia, que tiene la llave para desatascarlo.
En Sídney, la ciudad australiana, desde 2017 se ha duplicado el número de viviendas en alquiler gracias, principalmente, a la apuesta de los inversores por este mercado. Y la consecuencia inmediata no se ha hecho esperar: desplome de los precios.
Esto se resume en el principio más básico de la ley de la oferta y la demanda: si un bien escasea y hay mucha demanda, los precios suben. Y, por el contrario, los precios descienden.
Más ofertas, precios más bajos
Sídney está en pleno ‘boom’ constructor de apartamentos en alquiler. Solo el año pasado se construyeron casi 31.000 unidades, récord en cualquier ciudad australiana. Y en los tres primeros meses del año, hay 16 proyectos en marcha que suman otras 1.950 unidades, Además, según el Urban Development Institute of Australia (UDIA) hay otras 194.000 viviendas en varios estadios de desarrollo. El impacto en los precios ha sido inmediato y este año se ha registrado la mayor caída anual en quince años, mientras que las viviendas en alquiler vacías han pasado de representar un ‘stock’ del 1,75% en 2017 al 3,2% este año.
Y es precisamente en esta solución, incrementar la oferta, donde mayor consenso parece haber entre economistas e inversores. Como sabemos, cuando hay más oferta que demanda, los propietarios, promotores y constructores competirían por este suelo, lo que haría que se abaratase el precio de cara a los futuros inquilinos.
España, sin freno
Así, mientras esperamos soluciones reales, el precio del alquiler en España sigue subiendo. Y es que, en lo que va de año, alquilar una vivienda es casi un 15% más caro que hace un año.
Según el informe de Pisos.com, los alquileres más altos por comunidades autónomas en septiembre se registraron en Madrid, con una media de 1.782 euros al mes, seguida de Baleares (1.425 euros/mes) y Cataluña (1.247 euros/mes).