Las reformas de vivienda están en aumento debido a la falta de obra nueva o a los altos precios del mercado.
Y es que según un estudio realizado por la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), en el 60% de las viviendas de la ciudad o en sus edificios se han realizado reformas.
De hecho, desde 2015, las peticiones de reforma integral en los domicilios en Madrid han aumentado un 123%. Esto supone una mejoría en la economía familiar. Por otra parte, optar a este tipo de reformas evidencian el problema de escasez de vivienda que existe.
Reformas obligadas
Cabe recordar que las viviendas en Madrid tienne más de 30 años de antigüedad. Esto supone arrastrar todo tipo de carencias como, por ejemplo, un deficiente aislamiento acústico. Por tanto, muchas de las reformas van encaminadas a ser más eficientes enérgicamente. Muchos de estos inmuebles antiguos actúan como auténticos «depredadores energéticos». Y es que «los edificios provocan hasta un 40% de las emisiones de CO2 a nivel europeo», asegura Sebastián Molinero, secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac).
Periferia
Por todo ello, muchas familias deciden buscar más equipamientos en barrios periféricos. Una de las reformas estrella, además del baño y la cocina, es la instalación de piscina. Como en los edificios antiguos es muy complicado, los compradores deciden alejarse un poco para tener acceso a ella.
«El aumento de los precios ha hecho que el nivel de renta de los compradores sea más alto y que demanden viviendas con más equipamientos. Las familias jóvenes que se van a comprar su primera casa valoran mucho que haya piscina, que tiene un atractivo especial para los niños», explica José María Ezquiaga, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (Coam).