El mercado inmobiliario cierra 2019 en positivo, aunque muestra los primeros «síntomas de agotamiento», y cerrará el ejercicio con un alza del 4% de los precios. Una demanda próxima a las 555.000 viviendas y un excedente de 850.000 en stock.
Así se explica en la vigésimo tercera edición del anuario estadístico del mercado inmobiliario español realizado por Acuña, que destaca que el sector inmobiliario residencial ha incrementado su actividad a lo largo del último año. También señala que existen «grandes desajustes» entre oferta, demanda y stock, con la consiguiente «incertidumbre» respecto al alza de precios a lo largo del mapa español.
Las grandes ciudades, las primeras de la cola
El informe muestra que la etapa alcista podría estar concluyendo entre 2019 y 2020 donde el nivel medio de demanda rondará las 555.000 viviendas por periodo. De esta forma recupera un nivel del 70% respecto al mínimo alcanzado en el año 2013, y podría representar el máximo de la etapa alcista del ciclo a finales de 2019.
Más de la mitad de la demanda nacional de vivienda se concentra en siete provincias: Madrid (15%), Barcelona (11%), Alicante (7%), Málaga (6%), Valencia (6%), Sevilla (3%) e Islas Baleares (3%).
¿Qué más demuestra que el mercado inmobiliario cierra 2019 en positivo?
De esta forma, explica que la demanda continúa por la senda de crecimiento iniciada hace cinco años. Si bien se concentra de manera significativa en áreas metropolitanas y de costa turística de determinadas provincias
La previsión de Acuña para los próximos tres años es de continuar la evolución positiva de los precios hasta alcanzar niveles medios próximos al 90% respecto del máximo del ciclo anterior. Tan solo media docena de provincias tendrán en 2022 un nivel similar o ligeramente superior al de máximos previos a la crisis.